-¿Podrías decirme, por favor, qué camino he de tomar para salir de aquí?- preguntó Alicia.
- Depende mucho del punto adonde quieras ir- respondió el Gato de Cheshire.
- Me da casi igual dónde.
- Entonces no importa qué camino sigas- dijo el Gato.
- … siempre que llegue a alguna parte- reflexionó Alicia.
Lewis Carroll: Alicia en el país de las maravillas

Alexis Selios

El gato negro

(Edgar A. Poe)


El cuento trata sobre un hombre que quería desahogarse  porque al otro día él moriría. Había pasado por algunos episodios domésticos y quería contarlos.
Desde la infancia se destacó en su docilidad. Le gustaban los animales y sus padres le dejaban tener gran variedad de ellos.
Se casó joven y tuvo la alegría de que su esposa compartiera sus preferencias. Él tenia pájaros, peces de colores, un hermoso perro, conejos y un gato. El gato era hermoso y de notable tamaño, negro y de una sagacidad asombrosa. Su mujer, en el fondo era un poco supersticiosa, aludía a la antigua creencia popular al que los gatos negros eran brujas.
Plutón era el nombre del gato que se había convertido en su favorito y en su camarada.
Aquella amistad duró varios años, hasta que una día a él llegó a nominarlo el alcohol. Empezó a maltratar a sus animales y también a su esposa.
Luego de una de sus correrías por la cuidad llegó a su casa y el gato evitaba su presencia. Después de ser mordido por el gato tomó de su bolsillo una cortaplumas mientras sujetaba al animal. Apretó su cuello y le hizo saltar uno de sus ojos.
Al otro día cuando retorno su memoria se sintió muy mal por lo que había echo. El gato mejoraba poco a poco, pero al no tener un ojo aparentaba un horrible aspecto. El animal ya no sufría y seguía paseando por la casa. Hasta que el hombre un día decidió atarle una piola a al pescuezo y colgarlo de una rama, pero sonaron las alarmas de una casa y alguien cortó la soga. Durante muchos meses no pudo borrar la imagen del gato. Una noche ebrio vio una mancha negra, la tocó con su mano y era un gato idéntico a Plutón, el gato tenía una enorme mancha blanca en el pecho. Luego el gato pronto se convirtió en el favorito de la mujer.
Un ida cumpliendo tareas domésticas el gato lo acompañó hasta el sótano, él con una hacha intentó matar al gato, pero la mano de su mujer lo impidió. Entonces mató a la mujer de una hachazo en la cabeza, ella cayó muerta a sus pies. Su paso siguiente fue matar a la bestia causante de tanta desgracia. El gato era astuto y no dejaba que se le acercara. Pasaron el segundo y el tercer ida y el gato no volvía. El animal había huido de la casa. Al cuarto día unos policías llegaron a su casa y le pidieron que los acompañara en un examen y revisaron todo hasta que bajaron al sótano, el hombre estaba tranquilo. Los policías no encontraron nada extraño hasta que el hombre dijo unas palabras y tiró una pared débil, su mujer y el animal cayeron llenos de sangre al suelo.